Con un título prácticamente idéntico al de esta entrada, el periodista Ben Hammersley publicaba hace diecisiete años un artículo en The Guardian. En él hablaba de la eclosión de un dispositivo de Apple, el iPod, que prometía cambiarlo todo. Mientras el ‘cacharrito’ de la manzana enamoraba a propios y extraños sucedían otras cosas interesantes en el sector de la tecnología, de las que también hablaba el bueno de Ben. Cada vez había más herramientas para editar, modificar, restaurar y trabajar con archivos de audio. Gratuitas y de fácil uso. Ya no era necesario ser ingeniero de sonido o periodista para grabar audios con calidad. ¡Y podía hacerse desde casa!
En ese contexto nacieron los podcast, que no eran otra cosa que el formato ‘escuchable’ de los blogs o bitácoras personales, tan frecuentes en aquellos días. En España, como sucede siempre, tardamos unos años aún en adoptar esta tendencia, que ya está más que asentada en Estados Unidos y Reino Unido — entre otros países — . Siempre hubo entusiastas, curiosos y pioneros, claro está; pero no ha sido hasta hace unos cinco o seis años cuando la podcastfera ha empezado a moverse de verdad en nuestro país.
Y llegó una pandemia mundial
El 2020 nos machacó con el Coronavirus, pero también ha supuesto el despegue definitivo de los podcast en castellano. La tecnología y los dispositivos han mejorado aún más si cabe, desde los primeros dos mil. Hay micros, mezcladores, aplicaciones, software dedicado… Los podcast empiezan a ser tenidos en cuenta por fabricantes de dispositivos y APP’s, por medios tradicionales, por empresas, ONG’s, etc. Y el público parece que empieza a darse cuenta.
El consumo de podcast ha aumentado mucho, en pocos meses. Según el último informe de Prodigioso Volcán sobre consumo de audio y voz en España «Con ‘P’ de podcast», desde 2019 se ha doblado la cantidad de internautas con altavoces inteligentes en casa. De ellos, más de la mitad escuchan podcast de manera habitual. Puede que esta efervescencia no dure eternamente, pero el podcasting — la manera más fácil, democrática, divertida y completa de compartir contenidos de audio en Internet — no se va a ir a ningún lado.

Aprender a ser podcaster
Que los podcast en español han emergido «como setas» es un hecho. No todos sobrevivirán, pero otros muchos sí que lo harán. Y en ese ecosistema donde conviven — y convivirán — aficionados, profesionales, entusiastas de la comunicación y el audio; allí donde se dan codazos periodistas, «colgaos» de los más diversos temas y curiosos habrá que intentar destacar, si nos decidimos a poner en marcha un podcast. Ya se trate de un periodista «de la vieja escuela», de un aficionado o de una empresa, es necesario conocer de cerca esto del podcasting y tratar de afrontar la producción de la forma más profesional posible.
Por eso no pude negarme, cuando Freelance Press Saving Journalism me propuso diseñar y poner en marcha una formación online dedicada al podcasting. Es cierto que no puedo contarme entre los pioneros de esta historia, ni mucho menos. Pero sí es verdad que llevo casi diez años curioseando, leyendo, escuchando y aprendiendo sobre los podcast. Desde hace dos, como ya he contado aquí, produzco un podcast semanal con Ángel Martín sobre emprendimiento para primerizos. ¿Por qué no compartir ese conocimiento y esa experiencia con otros?
Llevaba mucho tiempo sin impartir formación — presencial, fundamentalmente — y la experiencia ha sido para mí un reto enormemente motivador y gratificante. Gracias a los alumnos de esta primera edición de «La radio del futuro: el podcasting ¿Qué es y cómo hacerlo?» he recordado lo mucho que me gusta enseñar — quién me lo iba a decir —. Y he descubierto lo inmenso que es el terreno de la formación online y cuánto me falta por descubrir. También lo refrescante que resulta compartir una pasión con otros. Y, aún más, lo mágico que es abrirle las puertas a nuevas aventuras a personas desconocidas. Los alumnos y alumnas se han portado de manera excelente, han sido proactivos, participativos, curiosos y entregados.
El éxito de esta primera edición recae enteramente sobre ellos y sobre el fantástico equipo de FPSJ, comandado por Toñi Ricoy. Mis alumnos y alumnas se han volcado tanto con esto que a muchos de ellos y ellas ya se les puede escuchar en sus respectivos programas. Y resulta que yo estoy casi más contento que los propios creadores y creadoras. Me pasa como con los podcast: el Brito docente ha venido para quedarse. Por suerte, en abril habrá segunda edición. Ya puedes matricularte aquí.